La desaparición de redes nos desconcierta
Lunes. 04/10/2021, 17:40h. Dejan de funcionar los servidores de Facebook, WhatsApp e Instagram durante 6 horas, generando incomunicación y desconcierto en la sociedad, millones de pérdidas a comercios digitales y caos en las redes. No fue hasta la medianoche que empezaron a recuperar su actividad.
La caída, que afectó a 3.000
millones de personas en el mundo, NO fue causada por un ciberataque, el fallo
sería producido dentro de la compañía. El desarrollo de la actividad en
Facebook se realiza a través del protocolo BGP. Cuando buscamos una
dirección de Facebook (o de Instagram y WhatsApp) estamos enviando una
orden de búsqueda, el protocolo BGP recibe esta orden y se encarga trazar el
camino más corto entre los servidores de Facebook y tu dispositivo para la
información solicitada.
Si esta pieza fundamental falla y el BGP no recibe
alertas, el tráfico de información se frena por completo y se genera la desconexión.
Ya no se podía visualizar que colgaban nuestros conocidos en las redes, su
vida, sus experiencias o incluso sus opiniones que, sin embargo, estaban
almacenadas y protegidas.
Sin
ir más lejos, si Facebook algún día quisiera desaparecer de Internet, esta es
la forma para hacerlo, según Cloudflare.
Pero todo no acaba en un canal o plataforma, sino
todo lo contrario, los usuarios buscaron soluciones y fue una gran oportunidad
para sus principales competidores como Twitter, Telegram y Tik
Tok
que aprovecharon la situación a su favor publicando contenido con un tomo
humorístico hacía las redes afectadas. De manera repentina también aumentó
exponencialmente los olvidados SMS.
¿El sentimiento que tenemos que
tener es de ataque? Yo no me he sentido atacada, todo lo contrario, me ha hecho
entender que en mis últimos 10 años de vida me he convertido en una cibernauta, pero no han logrado entrar en
mi “persona” sino en mi medio.
No debemos olvidar la importancia de saber desconectar, sentir la privacidad
que se desea y tener claro que mi entorno no es tan débil como parece, sino tal
como nosotros queramos que sea, bajo unos principios de humanidad, vitalidad y
¡fuera la falsa fachada!
La sensación de inseguridad es normal que aparezca
en estas situaciones y si algo no quiere la empresa californiana es generar una
mala imagen.
Todas las redes sociales cuentan con un elemento
en común que sus usos generan controversia entre sus usuarios, los algoritmos. Estos se encargan de revisar
todas nuestras búsquedas, ubicaciones... Nuestra actividad en redes. Mediante
esta información estas plataformas personalizan el contenido y la publicidad
que muestran a sus usuarios para ofrecer una experiencia personalizada, pero en
este punto empieza la controversia del uso de los algoritmos que puede hacer sentir
a las personas controladas e incómodas.
Últimamente las grandes empresas tecnológicas detectan
el recelo o rechazo que los usuarios tienen por sentir ese control digital y
han detectado respuestas contrarias en el usuario. El futuro de los algoritmos
que han venido para quedarse pasa por un enfoque de beneficio real para los
usuarios y de manera limitada, para poder ganar todos con la tecnología.
Tras el escándalo acerca de la
moralidad de la plataforma, sus dudosas prácticas algorítmicas y su desplome en
bolsa, ¿Qué futuro le depara al gigante azul comandado por Mark Zuckerberg?
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