Los 7 pecados Capitales al hablar
La voz humana es el instrumento que todos
tocamos. Probablemente sea el sonido más poderoso en el mundo capaz de iniciar
una guerra o terminarla. Sin embargo, ¿por qué si la voz humana es tan
poderosa, a veces tenemos la sensación de no ser escuchados?
En un mundo donde todos parecen tener algo que decir, no basta con simplemente hablar para ser escuchado. Como comunicadora creo que es fundamental saber qué decir, cuándo decirlo y cómo decirlo.
Hay siete hábitos o “pecados capitales” que debemos evitar si queremos ser escuchados de verdad:
1. Chismear. En donde yo trabajo, no hay lugar
para los chismes. Hablar mal de los que no están presentes no solo carece de
profesionalidad, sino que también genera desconfianza hacia quien propaga los
rumores.
2. Juzgar: Es muy difícil comunicarse con alguien
si sabemos que estamos siendo juzgados. El 90% de mi trabajo se basa en trabajar
en equipo. En cada reunión, pretendo que cada miembro del equipo se sienta
libre para expresas sus ideas e inquietudes con naturalidad y creatividad.
3. Negatividad: Empezar el día con un “Buenos
días, ¿cómo estás?” contribuye a crear un ambiente relajado y acogedor. Nuestra
actitud ante las adversidades y los desafíos es crucial en el mundo dinámico e
incierto de la comunicación.
4. Quejarse: No podemos permitirnos el lujo de
caer en quejas constantes que no aportan soluciones. Es importante enforcarse
en aquello que se puede mejorar y cambiar.
5. Excusas: No asumir la responsabilidad de nuestras
acciones no nos lleva a ninguna parte. En nuestro sector, debemos ser
proactivos y resolutivos, dejando a un lado las excusas baratas.
6. Exageración: La exageración puede convertirse
en mentira, y nadie quiere escuchar a alguien que no dice la verdad. Como
comunicadores, es crucial ser precisos y veraces. Nuestro objetivo es impactar,
no engañar.
7. Dogmatismo: confundir hechos con opiniones
puede hacer que nuestras palabras pierdan valor. Es importante diferenciar
claramente entre lo que sabemos y lo que pensamos. No debemos ser arrastrados
por la corriente; debemos mantenernos firmes y fieles a los hechos.
En definitiva, evitando estos 7 pecados
capitales conseguiremos ser mejores comunicadores, garantizando que nuestras
voces sean realmente escuchadas.
Jacqueline Ruiz C.
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