Océano Rojo vs Océano Azul


Océano Rojo vs Océano Azul

W. Chan Kim y Rennée Mouburgne, autores del libro “Estrategia de los océanos azules”, utilizaron los términos océano rojo y océano azul para definir el universo de los mercados actuales, dos estrategias de actuación diferentes frente a la competencia.

El océano rojo es el espacio conocido del mercado, una estrategia que implica competir en el mercado existente, desafiar a la competencia y donde se realiza un balance entre valor y coste, todo para ocupar un papel relevante en el mercado.  
La encarnizada competencia vuelve sangriento al océano rojo, de ahí el término.
Los océanos azules denotan un mercado desconocido y no tocado por la competencia, una estrategia que pone a la competencia fuera de juego, crea captura de nueva demanda y rompe el esquema entre valor y coste.
Creas tu propio terreno como Manatís ha creado el suyo propio, hablando de la comunicación con una escucha activa. Capacidad que hace gradualmente y que se relaciona con el nombre de la palabra de la empresa.
Igual que el océano azul es grande y profundo en términos de oportunidades y crecimiento.  

Según sus actores, la clave para encontrar un océano azul es tener en cuenta el “marco de las 4 acciones”. Este marco se utiliza para reconstruir los elementos de valor del cliente y crear nuevas:

-          Aumentar: aquellos valores para que queden por encima de los de la industria.
-          Eliminar: Factores, por los que la industria ha competido mucho.
-          Reducir: Factores por debajo del de los estándares de la industria.
-          Crear: Factores que la industria nunca ha ofrecido.

Con la creación de El Cirque du Soleil nació un nuevo océano azul. Se creó un nuevo espacio en el mercado del espectáculo, donde no había competidores.
El circo del sol añadió a la experiencia del circo la sofisticación del teatro y se deshizo del circo tradicional. Eliminó aquellas prestaciones que no aportaban ningún valor adicional desde el punto de vista del cliente, por ejemplo, no utiliza animales.

A la misma vez se incorporan nuevos elementos propios del teatro; en vez de aglutinar un conjunto de actuaciones inconexas entre si sus actuaciones cuentan con un tema y un hilo narrativo.

Se ha de tener en cuenta que, aunque uno haya definido y triunfado en un océano azul, el trabajo no debe cesar. Hay que seguir esforzándose y buscar nuevos océanos azules. Siempre ha habido un primero que ha disfrutado de las ventajas de no competir, generando negocio y valor, pero si no se sigue trabajando todo océano azul termina convirtiéndose en rojo. 

Jacqueline Ruiz C. 


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