Nosotras podemos. Nosotras lo valemos
Frecuentemente escuchamos frases como “ella es
fuerte, puede con todo”
Y yo me he preguntado ¿a qué se refiere exactamente con el adjetivo
“fuerte”? Así que decidí indagar y pude comprobar
que según un estudio de FIDEM, Fundación
Internacional de la Mujer Emprendedora, junto con Lead Learning
Lab, entidad dedicada al management persuasivo, la mujer fuerte
se define como aquella persona capaz de
adaptarse a los cambios, a la incertidumbre o a la adversidad con optimismo y energía.
En definitiva una
mujer luchadora que cree en los compromisos y que no se deja vencer fácilmente,
que se esfuerza hasta el final en hacer las cosas bien hechas, sin dejar sus responsabilidades a medias.
Se considera que las mujeres son capaces de mirar
más allá del presente, marcarse unos objetivos e insistir hasta conseguirlos, las
mujeres, por lo general, no se resignan ni se dejan vencer. Y si el camino a
seguir no funciona, buscan alternativas y soluciones. Son apasionadas, creativas
y nada las detienen.
Si miramos al pasado podemos recordar
mujeres fuertes como Ana Frank, Marilyn
Monroe, Margaret
Thatcher o Frida Kahlo. Y sin ir más lejos, Isabel Allende, Madonna o Melinda Gates son mujeres perseverantes,
valientes y constantes.
Incluso actuales cantantes como Adele nos transmiten que la fuerza de la
personalidad que transmite y su voz no está reñida con la sensibilidad hacia su
entorno. Una gran comunicadora al respecto.
Una mujer fuerte es una mujer feliz, satisfecha,
realizada, generosa y es influyente en su entorno. Todas
tenemos una fuerza interior que nos guía y nos hace avanzar y mirar hacia
adelante tomando la mejores decisiones posibles.
En mi opinión, todas estas características me llevan
a preguntarme porque no hay que más mujeres
dirigiendo las organizaciones.
Para
potenciar y reivindicar la importancia de las mujeres fuertes, desde el Festival Iberoamericano de la Comunicación
Publicitaria El Sol se ha creado e impulsado un movimiento llamado #masmujerescreativas
para conseguir que el 2019 se llegue a la igualdad entre hombres y mujeres en
los cargos directivos.
Parece ser que las aulas de las universidades, el 76%
son mujeres, pero únicamente el 5% llegan a los consejos de administración.
Ambos resultados escalofriantes.
¿Qué es lo pasa a medio camino que son tantas las
mujeres que no llegan a la cima? Os animo a intentarlo. Porque las estadísticas
son “desoladoras”.
Jacqueline Ruiz C.
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